Los liberales ya no están en el PP

La unica acción política de Rajoy: fumar puros

Probablemente el peor daño infringido a España por el gobierno Rajoyesco sea el descrédito de la opción política que representa. No sólo ante nuestros socios europeos, sino ante sus propios votantes. El PP era el reducto del bien hacer económico y la competencia técnica en la gestión, hasta que llegaron Rajoy y el excitado Montoro.

La izquierda acusa: » Han mentido «. Y es  cierto, han mentido. Pero también es cierto que la izquierda no puede levantar un dedo acusador con este asunto, sólo tenemos que remontarnos al 2008, ahí están los vídeos de campaña y los debates. Con uno basta: Solbes – Pizarro. Y también es cierto que los votantes españoles, somos los que más incentivos ofrecemos a los políticos mentirosos.

Una dejadez endémica y una memoria sectaria y endeble…para lo que nos parece. ZP mintió y ganó unas elecciones. Llevó a España a la indigencia y aún así le votaron ocho millones de personas! … a nosotros, como votantes, nos puede pasar absolutamente cualquier cosa. No castigamos que nos expolien y nos estafen. No es de extrañar que Rajoy aprendiese entonces la lección: decir lo que quieren oir y luego hacer lo que te parezca no tiene precio. Vamos, que es gratis total.

Y lo más grave de todo es que siguen sin aplicarse las unicas recetas que funcionan en un contexto como el que tenemos: las medidas liberalizadoras a ultranza. Es decir: recortar gastos, impuestos, organismos públicos, regulaciones estúpidas y negociados huecos «a saco». Esto es lo único que demuestra  funcionar. Sin embargo en Europa se siguen subiendo impuestos, se sigue manteniendo el gasto público para que los beneficiados y privilegiados no se agiten y seguimos colocando toneladas de deuda pública que pagarán ya nuestros nietos.

Son las recetas de Krugman, que debería estar ya como auxiliar administrativo en Andorra, que parece que tiene una contabilidad algo más sencilla. Si no hubiese una realidad que rebatiese esta tésis, podríamos discutirla. Pero no es una opinión: el gasto público nos está arrastrando al abismo. Es un hecho.

El gobierno acomplejado y de mano blanda que ocupa los bancos azules del hemiciclo tiene interiorizado el discurso de Krugman, Hollande y en parte Rubalcaba. Lo de Merkel tiene más que ver con su necesidad de poner el cazo. Han creído que hay que gastar para no acabar con lo poco que queda. Qué grave error!

Rajoy no es un buen gobernante. Es un cobarde que no da la cara y un socialdemócrata encubierto. Sólo le interesa el poder y no tener líos. Como decía Franco: «haga como yo y no se meta en política». Rajoy lo sigue a pies juntillas.

Lo sigue ignorando que la defensa de los ideales de libertad, de libre empresa y libre comercio, de libres contratos entre ciudadanos, de un estado al servicio del ciudadano responsable y no de una ciuadanía encadenada por las deudas de un Leviatán en cuyas entrañas retozan los políticos y sus beneficiarios, que esa defensa, es la única idea que puede dar fuerza política a la masa de votantes y simpatizantes. Que es el cemento capaz de cohesionar la voluntad de sacrificio y sufrimiento necesaria para ponernos a trabajar juntos. Lo hace porque espera que todo amaine, y él emerja con su puro entre los senos del oleaje como salvador circunstancial. Pero se equivoca. Eso no va a suceder.

Se equivoca porque Rajoy, al contrario de Aguirre o tantos otros, no cree en la libertad. Cree en los impuestos y en perseguir a los ciudadanos que no pueden pagarlos, para acallar a sus protegidos.

Sin duda es Rajoy el rojo…Rojoy