Claudicaciones

Hay varias formas de abandonar un error intelectual como la doctrina de la izquierda.

Una es sacando pecho y lamentándote de que el neoliberalismo ha invadido miserablemente el entorno. Dado que el liberalismo es el imperio de la libertad, es una lamentación consecuente. Un liberticida siempre lamenta la libertad.

Otra es negando tu existencia intelectual. «UY! eso de izquierdas y derechas está pasado de moda!». Esto forma parte de un voluntarismo nominalista. Es decir, si digo muchas veces que no existo, desaparezco. Lo que sucede es que, para los que nos fijamos en lo que la gente hace y exige, y no en la etiqueta con la que quieren confundirse, es evidente que la izquierda sigue exigiendo su trasnochado colectivismo igualitarista. El alivio ante el fracaso intelectual es puramente naif. En realidad lo que haces es vestirte de lagarterana.

Hay otra forma de salir del error que te llevó al fracaso intelectual. Y esa forma es por la puerta grande. Eso exige realmente una profunda transformación en la cosmovisión personal, y cambio en la escala de valores, y una honradez intelectual poco frecuente. Un caso ejemplificante lo podemos ver en el artículo de Beatriz de Moura : «Proletarios del mundo, ¡ perdonadnos !».

Cada cual ya sabe dónde está.

Rog

Iglesia, Impuestos y Laicos de izquierdas

Cartel que muestra un importante cortocircuito mental

Hoy en FaceBook he visto pasar el cartel que muestro aqui arriba. Ya he comentado los ingredientes necesarios para escribir algo así. En primer lugar una ignorancia bien amueblada, y en segundo un resentimiento profundo y lacerante. Pero en este momento no me interesan demasiado estos detalles.

El asunto es que, en el fragor de la discusión sobre si los laicistas pagan o no dinero a la Iglesia Católica, afirmo que no, que esa aseveración es mentira y que los que defienden que yo no debería decidir sobre dónde se emplea mi dinero pretenden mangonearlo. Lo dije y lo afirmo. Mi interlocutor ( creo ) ha empleado la vieja táctica de hacerse la damisela ofendida: » …me has llamado mentiroso y ladrón..»  es la afirmación básica. Pero creo que en el fondo es sólo una pose para, ante la ausencia de argumentos, ganar un terreno con la excusa de la ofensa inexistente. Lenguas largas, pieles demasiado finas.

Evidentemente no he llamado a mi interlocutor mentiroso. Desconozco la cantidad de mentiras que emplea al día o siquiera si en su vida es una práctica habitual. Lo cual no me mueve ni un ápice de mi posición de afirmar que aseverar que alguien que no señala la casilla IRPF en la declaración está pagando a la Iglesia , es simplemente mentir.

Evidentemente no he llamado a mi interlocutor ladrón.  En primer lugar porque no ha robado ( o no me consta ). Pero que mediante los mecanismos coercitivos de la arbitrariedad ejecutiva de la Agencia Tributaria, no tiene el menor reparo en imponerme una exacción de mi propiedad privada para los fines que él considera más oportunos ( no yo), eso es tan evidente que no merece ni una sola discusión. Y también lo mantengo.

Aclarados los pretendidos agravios, voy al turrón.

El ( Feliz ) Ocaso del Wellfare State

Dickens muestra aspectos interesantes de una sociedad sin Wellfare State

Nada, no hay forma. Sólo una: desmantelarlo. Y me alegro, profundamente. Algunos aún se resisten a verlo, pero está ahí.

Hace unos años caía el Muro de Berlín, y dejaba que viésemos lo que el socialismo había conseguido más allá de sus tétricos ladrillos. Pobreza, desmotivación, ineficiencia, vidas grises. Diez años que le ha costado a Alemania pagar la unificación. A pulso y por derecho. Sin lloriquear ni pedirle dinero a los vecinos. Una elevada factura para sacar a las víctimas del socialismo del agujero donde la izquierda les había metido.

Ahora asistimos al derrumbamiento del axioma principal de la socialdemocracia: el estado del bienestar o Wellfare State, como dicen los políticos anglosajones. Prima de Riesgo, índices bursátiles. Son sólo los síntomas. Los inversores no se fían de que podamos pagar. ¿ Por qué ? ¿ por que nos odian ? El dinero ni ama ni odia. Es porque saben que no podremos devolverlo ni pagar (como le ha sucedido a la manirrota Grecia). Sólo podremos si esa inmensa maquinaria de corrupción y de dilapidar dinero es demolida. Y eso lo saben todos los inversores del mundo.

Mentiras Mil veces repetidas: «La Austeridad…»

» … a ver si nos hemos pasado de frenada con tanta austeridad». — Rubalcaba

Gráfica de las curvas de gasto público de países en Europa, ajustadas a la inflación.

Una mentira mil veces repetida, se convierte en dogma para el rebaño de siempre…

Rog

Qué esconden las «Políticas de Crecimiento»?

La política española está repleta de falsos debates. Trapos rojos y vistosos a los que nos lanzamos los ciudadanos como «Miuras» dispuestos a cornear en muslo. Lamentablemente, casi nunca hay muslo tras el engaño, y nos pasamos la vida corneando al aire mientras alguien sigue poniéndonos trapos aquí y allá, casi siempre desde detrás de un infranqueable burladero.

La última muestra de señuelo falso es el eufemismo de «Austeridad vs Crecimiento«. El eufemismo tiene una función muy concreta, muy precisa, que los borregos de todos los partidos y medios de comunicación de la propia cuerda, lleguen a pensar que la austeridad en el gasto público es algo peligroso y que cercena la capacidad de crecer de la Economía. Pero revisemos un poco las bases de esta enorme falacia.

La base principal está en la afirmación socialdemócrata de que el gasto público genera riqueza y que, en epoca de crisis, un gasto dirigido por los gobiernos estimularía el crecimiento. Esta tésis tiene su origen en John Maynard Keynes, y es una tésis ampliamente respaldada por el Premio Nobel en Economía (por un trabajo sobre Comercio Exterior) Paul Krugman. Esta idea presenta varios problemas a los que se puede objetar:

Notas al zángano profesor de Geohistoria II

Por no perder el hilo sobre el artículo que criticaba ayer , que estas cosas  hay que tomárselas en serio.

En el post anterior quedó en evidencia que nuestro aguerrido e indignado profesor:

1) No sabe escribir. 2) No lee ni Economía, ni Historia, ni siquiera el MARCA (que tanto denosta). 3) Su comprensión de los cuatro datos que derrama en esa especie de «totum revolutum» es limitada, tirando a nula. 4) No podría pintar la capilla Sixtina, a menos que hubiese que hacerlo con brocha gorda (a lo mejor esta metáfora es un poco «elaborada»…)

Notas al zángano profesor Geohistoria I (por decir algo)

Cuando te pagan por ser un haragán malinformado o lo que es peor: un saboteador.

Hace tiempo que no le dedico golpes de tecla a éste blog. Bien sabe mi conciencia que no es por falta de ganas o de materia prima, sino por falta de tiempo. Bueno, si, quizá el tiempo sea la principal materia prima de la que carezco. Pero no me he podido resistir más tiempo.

El reto es demasiado atractivo. Un progre con ínfulas de esteta, moralista y economista, posiblemente maestro y funcionario y con la afición de insultar. Vamos a rascar un poquito, a ver de qué está hecho. La verdad, estoy nerviosillo sólo de pensar en los siguientes párrafos. Se me excitan los jugos gástricos. Pero para entender todo esto, es necesario que leáis este enlace . Disculpadme por pedir este esfuerzo tan desagradble, pero si lo leéis como un guión del Club de la Comedia os será más digerible, es sólo una sugerencia.

Tragedias Griegas

No les prestéis mas dinero

Grecia no merece ser rescatada. Es una verdad evidente. La única razón para un nuevo rescate sólo encuentra argumentos en los intereses de los prestamistas. Nada más. Concretamente, en los intereses alemanes. Y cada vez, los prestamistas empiezan a preferir perder lo prestado que perder lo prestado y lo que les piden de nuevo prestar. Los alemanes son como todos los paganos de este mundo. Nunca se les agradece suficientemente el préstamo y cuando nos reclaman por no pagar, siempre se les insulta. Es hora de que los niños malcriados de esta socialdemócrata Europa del Bienestar (de unos cuantos) sufran en sus carnes el azote de tener que ganarse el pan con el sudor de su propia frente. Se acabo el baile, señores, a trabajar.

El problema, no sólo son los políticos griegos, que han mentido y engañado durante años a sus socios comunitarios. Si, a esos que les pagaban la fiesta. Esos mismos que les permitían con sus fondos pagar 66.000 euros de salario a un conductor del metro de Atenas. ¿Pena? Disculpadme; no me producen ninguna. Ese estado manirroto tiene que desaparecer para siempre. No la nación; el Estado.

Laicista valiente y pacifista

La valentía del machito laicista, contra una niña.

Solo mirad los ojos del retrasado mental que increpa a la niña. Su cuello en tensión, la mirada desorbitada, el gesto amenazante desbordando ira y odio, acosando a la víctima. Un perro rabioso. El retrasado dice que fue provocado por los rezos de la niña. El retrasado debe de ser internado en institución psiquiátrica y pasar por varias sesiones diarias de electroshock y dos lobotomías. Una la lleva ya de serie, precisa una segunda.

El retrasado es un prototipo de lo que sucede ultimamente en las calles de algunas de las ciudades de España.

No diré pobre hombre. Un hombre no hace eso. El retrasado espera a estar en manada lobotomizada y escoge a una presa que no puede defenderse, ante la pasividad de las fuerzas de orden público. El retrasado lo sabe y ejerce. Sospecho que el retrasado no me haría lo mismo a mí tête-a-tête.

Rog

Ateos, Estados Laicos y espacios públicos.

El espacio público no es aconfesional

Las críticas de los sectores izquierdistas a la celebración católica son lamentablemente falsas. Evidentemente, tienen todo el derecho a criticar lo que les parezca. Incluso para hacer el ridículo la Constitución otorga libertad. Lo que no otorga la Constitución es criterio, conocimiento o razones. Ese desequilibrio tiene como resultado el cerril vociferío anticatólico de estos días. Repasemos las objeciones.